22.4.10

Día de la Tierra

Desde hace unos meses tenemos en casa un vermicompostador. Allí las queridas lombrices californianas se alimentan de todos los restos orgánicos que en otro momento llenaban el tacho. No sólo ayudan a reducir la cantidad de basura que generamos sino que al defecar producen humus, un fertilizante natural para las plantas y un mejorador de la calidad del suelo.
Nuestras mascotas no necesitan cuidados especiales, viven en la oscuridad y humedad de lo que producen, no se van de allí mientras tengan con qué alimentarse y se reproducen sólo mientras comprueban que tienen espacio para vivir cómodamente.
Estos humildes animalitos representan un cotidiano homenaje a la ecología.
Collage y computadora
(Selva - abril de 2010)

15.4.10

D de Dahl

-Bueno -dije. ¿Cuánto vivimos los ratones?
-He estado leyendo libros sobre ratones -dijo-. He intentado averiguar todo lo que he podido acerca de ellos.
-Sigue, abuela. ¿Por qué no me lo dices?
-Si de verdad quieres saberlo -dijo-, me temo que los ratones no viven mucho.
¿Cuánto? -pregunté.
-Bueno, un ratón corriente sólo vive unos tres años. Pero tú no eres un ratón corriente. Tú eres un ratón persona, y eso es muy diferente.
-¿Hasta qué punto? -pregunté- ¿Cuánto vive un ratón persona, abuela?
-Más -dijo-. Mucho más.
-¿Cuánto más?
-Un ratón persona vive, casi seguro, tres veces más que un ratón corriente. Unos nueve años -dijo mi abuela.
-¡Estupendo! -grité-. ¡Eso es magnífico! ¡Es la mejor noticia que he tenido!
-¿Porqué dices eso? -preguntó, sorprendida.
-Porque no quisiera vivir más que tú -dije. No soportaría que me cuidase otra persona". Roald Dahl. Las Brujas.
(Selva 2010) Lápiz negro y computadora.